ENCRUCIJADA

No sabía lo que hacía cuando me enamoré de él. 

Sin embargo no podemos elegir de quién nos enamoramos, 


pues en el corazón no se manda ¿no? 


Además creía en sus palabras de amor, 


sólo que él no podía evitar hacer lo que hacía, 


tenía un trabajo y era lo que le permitía ahorrar. 


Llevábamos tanto tiempo juntos, que había perdido la cuenta.


Y, ahora, pasado el tiempo, he notado que le he cogido mucho cariño, pero que no estoy enamorada.


Quizás me estoy planteando algo que no debería, porque además es navidad.


Quizás debería esperar. Pero ¿por qué? No quiero hacerle más daño, sobre todo, no quiero


hacerme más daño a mí. Vivir por y para mí.


Respiré hondo y toqué la puerta. Esperé a que me abrieran la puerta, sin saber lo que había al otro lado.


No pasaron más de cinco minutos, cuando la puerta se abrió y una mirada azul tras ella.


Me quedé en blanco ¡Era ella! ¡Mi prima estaba allí!


¿Qué hacían juntos? Noté como las lágrimas se precipitaban a mis ojos. 


Mi prima se hizo a un lado, dejándole pasar, aunque a mí me impidieron entrar.


Juntos, me confesaron que llevaban varios meses saliendo y él prefería estar con ella.


Me habían engañado. Sentí rabia y coraje. Porque había pasado semanas pensando cómo solucionar las cosas.


Para no hacerle daño. Y, casualidades de la vida, él me lo hizo a mí. 


No dije nada. Ni repliqué. Ni siquiera dije lo que tenía pensado decir. Me sentí defraudada. 


Para él había sido tan fácil acabar con lo nuestro y a mí me había costado tanto.


Por mi alocada mente surgió una idea de repente.


Volví a girar sobre mis pasos y caminé de nuevo hacia ellos. No me había alejado demasiado y ellos seguían allí, de pie, mirándome.


Con el ceño fruncido, les observé fijamente y solté la bomba: "Estoy embarazada y lo pienso tener".


Sabía cuánto quería ser padre y le di donde más le dolía.


Hice el amago de irme, contando hasta diez en susurros. Cuando iba por el número "tres", noté su mano agarrar mi brazo.


Era mío. Le tenía a mi merced.



Comentarios

Entradas populares de este blog

DESTINO... O NO

La Realidad de los Sueños

Mi versión de Piratas del Caribe, el cofre del hombre muerto (Romántica)